DiarioMX

Huevos y productos Lácteos

Los paquetes de huevo a 10 dólares. El galón de leche a siete dólares. Las manzanas a dos dólares. A todos —hasta a Cardi B— les afectan los precios tan increíblemente elevados de los alimentos debido a la inflación y a otros factores. Hablamos con algunos expertos en presupuestos y con varios editores y redactores de The New York Times sobre los productos que compran y cómo los aprovechan al máximo.

La clave para comprar alimentos baratos es estar dispuestos a sacrificar la comodidad a cambio de un precio más bajo. Piensa en ir a un par de tiendas diferentes para aprovechar las ofertas; quizá valga la pena.

¿Se pueden congelar los quesos duros como el tipo mozzarella y el cheddar? Si tienes pensado derretirlos, la respuesta es “sí”. (Es posible que la textura sea un poco extraña para comerlos así cuando se descongelan).

Genevieve Ko, editora adjunta de New York Times Cooking, congela la mantequilla o, si tiene tiempo, la emplea para elaborar masa de tartas o galletas, o golosinas completamente horneadas, y congela esto para usarlo después.

También puede congelarse; su consistencia cambia un poquito, pero sigue sirviendo muy bien para elaborar alimentos horneados. (Lo mismo se puede hacer con el yogurt y el suero de leche).

No hay que tener miedo de comprar varios paquetes de huevo si los vemos a buen precio. En el refrigerador se conservan durante tres o cinco semanas (o más). Los huevos batidos también se pueden congelar en charolas de hielo, luego se sacan y se pueden poner en una bolsa resellable para descongelarlos y usarlos en la preparación de alimentos horneados o para hacer huevos revueltos. De igual forma, se pueden hacer tortillas de huevo —o bien, hornear tortillas de huevo en miniatura en moldes para panecillos— y congelarlas para cuando tienes prisa en la mañana.

Alli Powell, creadora de The Grocery Getting Girl, una cuenta de Instagram para comprar y cocinar a bajo costo, compra la carne molida al por mayor o en oferta, luego la divide en porciones de medio kilo o un cuarto de kilo y las congela. Genevieve Ko recomienda hacer albóndigas de carne, las cuales se pueden congelar sin problema y luego cocerse directamente salidas del congelador.

Abastécete de muslos de pollo con hueso, carne de res, costillas de res, espaldilla de cerdo o de cordero. Ko prepara porciones grandes de estofado y guarda los recipientes en el congelador y el refrigerador para disponer de comidas rápidas en el futuro.

Nicole Donnell, creadora de Black Girl Budget, compra una pieza grande de pescado y la corta en pedazos para congelar raciones selladas al vacío en vez de comprarlas por separado. Si conseguimos un par de piezas de salmón fresco, pero aún no vamos a comerlas, podemos marinarlas para que duren hasta dos días antes de cocinarlas.

Vaughn Vreeland, productor supervisor de New York Times Cooking dice: “Nunca subestimes el potencial de un pollo rostizado (sobre todo si vives solo)”. Consume un poco en la cena, luego desmenuza la carne que queda y usa los huesos para caldo. Luego se hace una ensalada con la mitad del pollo desmenuzado y sopa con la otra mitad.

Una vez que te hayas comido tu ración de fruta fresca, también puedes prepararla como relleno para panecillos, pasteles, panes rápidos o tartas para aprovecharla después. O bien, rebana y congela los frutos rojos, las frutas con hueso, la piña y el mango en una bandeja para hornear y almacena en una bolsa de plástico resellable para usarlos en licuados o alimentos horneados.

Ante el encarecimiento de los alimentos es bueno sacarles el máximo provecho cuando los encuentras a precio especial

“Cuando compras una col grande, tienes col para toda la vida”, comentó Slagle. Elige verduras que se conserven durante mucho tiempo, como los tubérculos, las cebollas, la coliflor, las coles de Bruselas y el repollo o col. Después haz verduras en escabeche con las verduras resistentes que ya no están tan frescas: sumérgelas en una salmuera que te haya sobrado y refrigera. En unos cuantos días serán un estupendo ingrediente para los sándwiches y las ensaladas.

Ko sugiere que si las ves en oferta (o tienes muchas que están a punto de caducar), las cocines o las conviertas en salsa para guardarlas en el refrigerador o el congelador porque, de otra manera, ocupan demasiado espacio. Y si tienes una bolsa de hojas verdes que están a punto de ponerse viscosas, no tienen por qué marchitarse si no puedes dedicarles el tiempo. Mételas al congelador tal y como están y saca un puñado para usarlas en licuados o sopas.

Busca ofertas de verduras y frutas congeladas, sobre todo de productos que no son de temporada y que le encantan a tu familia. Estos se congelan justo cuando están más frescos, así que su sabor casi no cambia, en especial si se usan en sopas, alimentos horneados, guisos y frituras.

Resulta mucho más barato comprar una bolsa limones que comprarlos por separado. Aparta algunos y congela el resto. De acuerdo con Beth Moncel, fundadora de Budget Bytes, el popular sitio web de cocina, “Los cítricos congelados son fáciles de rallar y cuando se descongelan, es fácil hacerlos jugo”. secos, rendirán cuatro veces más. Vacía la mayor parte del líquido de cocción y congélalos para usarlos en el futuro para sopas, hamburguesas veganas, humus y ensaladas

GENTE

es-mx

2023-01-26T08:00:00.0000000Z

2023-01-26T08:00:00.0000000Z

https://diariomx.pressreader.com/article/282467123024858

Publicaciones e Impresos Pasos del Norte